Es un término utilizado para referirse a un cabecilla o líder ya sea político, militar o ideológico.
Aunque en un sentido amplio este término se utiliza para cualquier persona que haga de guía de otras en cualquier terreno, el uso le ha dado a la palabra caudillo una cierta connotación política. Por lo general se emplea como referencia a los líderes políticos de los siglos XIX y XX.
La aparición en el siglo XIX de numerosos caudillos en distintos países sudamericanos, fue un fenómeno social denominado caudillismo.
Algunos caudillos de América y Europa
José Antonio Páez, Conocido como
El Caudillo de América.
Algunos de los caudillos de mayor influencia fueron:
- José Gervasio Artigas en territorio de las actuales repúblicas de Argentina y Uruguay
- Martín Miguel de Güemes en Argentina
- Juan Manuel de Rosas en Argentina
- Justo José de Urquiza en Argentina
- José Miguel Carrera en Chile
- Manuel Oribe en el Estado Oriental del Uruguay
- Caupolicán en el sur de Chile
- Lautaro en el sur de Chile
- Francisco Franco en España
- Jorge Eliécer Gaitán en Colombia
- Luis Carlos Galán en Colombia
- Alfonso López Pumarejo en Colombia
- Rafael Uribe Uribe en Colombia
- José Figueres Ferrer en Costa Rica
- Ignacio Agramonte en Cuba
- Máximo Gómez en Cuba
- Antonio Maceo en Cuba
- José Martí en Cuba
- Carlos Manuel de Céspedes en Cuba
- José María Velasco Ibarra en Ecuador
- Rafael Carrera y Turcios en Guatemala
- Antonio López de Santa Anna en México
- Francisco Villa en México
- Emiliano Zapata en México
- José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay
- Ramón Castilla en Perú
- Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana
- Joaquín Balaguer en República Dominicana
- Aparicio Saravia en Uruguay
- Fructuoso Rivera en el Estado Oriental del Uruguay
- Antonio Guzmán Blanco en Venezuela
- José Antonio Páez en Venezuela
Los caudillos en la Argentina
En la Historia Argentina del siglo XIX, se llamó caudillos a los distintos jefes de los ejércitos de las provincias argentinas, que combatían entre sí, y en particular a los que enfrentaron el centralismo de los gobiernos de Buenos Aires. Se trata, en general, de un término de uso militar. Éstos jefes militares utilizaban grados militares convencionales, sobre todo el de general o coronel. Tenían arraigo popular, y lograban reunir ejércitos de entre 500 y 7.000 hombres por su carisma y por la identificación con los intereses populares.
La historiografía clásica ha denostado ese término y al Partido Federal al cual en general pertenecían, mientras que la corriente histórica revisionista ha reivindicado exitosamente su figura en el imaginario popular.[1]
Entre los caudillos más conocidos de la historia argentina, se pueden contar:
- José Gervasio Artigas[2] caudillo de la Provincia Oriental entre 1811 y 1820 y principal referente de la Liga Federal entre 1813 a 1820;
- José Félix Aldao (caudillo de la Provincia de Mendoza que tuvo mucha influencia en las otras provincias del Cuyo);
- Juan Bautista Bustos (caudillo de la Provincia de Córdoba (Argentina) con gran relevancia a nivel nacional);
- Nazario Benavídez (caudillo de Cuyo, fue cuatro veces gobernador de Provincia de San Juan, fue aliado del porteño Rosas contra el riojano Peñaloza, sin embargo dio asilo a Peñaloza cuando éste se encontraba en una de sus peores situaciones.);
- Pedro Ferré, caudillo de la Provincia de Corrientes y parcialmente de las Misiones;
- Andrés Guazurary (caudillo de la Provincia de Misiones -incluyendo las Misiones Orientales, fue el más fiel aliado de José Gervasio Artigas);
- Martín Miguel de Güemes caudillo de la Provincia de Salta (cuando Salta también incluía a Jujuy y Tarija);
- Alejandro Heredia (caudillo de la Provincia de Tucumán que llegó a tener gran pero efímera influencia en todo el NOA e incluso Tarija);
- Felipe Ibarra, (caudillo de la Provincia de Santiago del Estero);
- Ricardo López Jordán (caudillo de la Provincia de Entre Ríos);
- Estanislao López (caudillo de la Provincia de Santa Fe que tuvo fuerte influencia en el Litoral argentino tras la muerte de Francisco Ramírez -e incluso en Córdoba tras el deceso de Juan Bautista Bustos-) ;
- Ángel Vicente Peñaloza (caudillo rural de la Provincia de La Rioja (Argentina) y otras provincias cercanas a La Rioja);
- Facundo Quiroga (caudillo de la Provincia de La Rioja (Argentina) que llegó a hegemonizar al NOA y Cuyo);
- Francisco Ramírez (caudillo de la Provincia de Entre Ríos que llegó a controlar a toda la Mesopotamia argentina);
- Juan Manuel de Rosas (caudillo de la Provincia de Buenos Aires que llegó a hegemonizar a la Confederación Argentina);
- Juan Saá, último caudillo de la Provincia de San Luis, fue uno de los últimos caudillos federales argentinos del s XIX;
- Antonino Taboada (caudillo de la Provincia de Santiago del Estero emparentado con Felipe Ibarra);
- Justo José de Urquiza (caudillo de la Provincia de Entre Ríos que llegó a ser presidente de la Argentina tras deponer a Rosas);
- Felipe Varela (caudillo rural de la Provincia de La Rioja (Argentina)).
El fenómeno político del caudillaje en España
Francisco Franco Bahamonde, Conocido como
El Generalísimo o "Caudillo de España por la Gracia de Dios".
En el siglo XIX ante la debilidad de los gobiernos centrales españoles crecieron en importancia personajes que la historia española menciona con un término de origen indoamericano: los caciques; algunos de ellos fueron Prim y O'Donnell; en el primer cuarto del siglo XX cobró importancia José Antonio Primo de Rivera caracterizado por un fuerte conservadurismo.
La guerra civil española, iniciada con el Alzamiento Nacional de 1936, dio origen a una jefatura política representada por el caudillaje de origen circunstancial, que luego se legalizaría como una forma permanente de ejercicio del mando, sancionada por la creencia de su legitimidad.[3]
«...Lo esencial en ella, según los expositores del tema, es el carisma, es decir, la ejemplaridad persona, la fuerza y la lealtad que concurrían en el Caudillo, y que convertían, según los expositores, su inicial potestad en poder legítimo, es decir, en auctoritas...»
En el régimen autoritario español la figura del caudillo constituye la suprema institución de la jerarquía política, no sólo en el orden de la representación política, sino también en el ejercicio del poder político.[4] Los rasgos que caracterizaban la figura del Jefe del Estado eran los siguientes:
- Exaltación personal del jefe y su identificación con el supuesto destino histórico del pueblo.
- Plenitud de poder concentrado en sus manos.
- Ausencia de un control institucional de su ejercicio, sólo era responsable ante Dios y la Historia
Según Torcuato Fernández Miranda la suprema magistratura del poder puede presentarse bajo tres modalidades: caudillaje, regencia y monarquía. Las Leyes Fundamentales optan por la primera de estas tres posibilidades jurídicas de encarnación de la Jefatura del Estado. En el caso de España el caudillaje era un título excepcional de autoridad individualizado, y en este sentido irrepetible que descansaba en un derecho de fundación consagrado por una proclamación y una adhesión también excepcionales. De este modo, al reconocer como no cabe sucesión normal, deben buscarse nuevas formas institucionalizadas, y no restauradas ni reinstauradas de designación o sucesión.
Uso del término en Europa en el siglo XX
El uso de este término, elogioso en principio, ha dependido de la época o de la entonación de si fue usado por partidarios o contrincantes de la persona a la que se ha dado.
El Jefe del Estado Español de 1939 a 1975, Francisco Franco, adoptó oficialmente el título de "Caudillo" así como Oliveira Salazar en Portugal. En la Europa de la primera mitad del siglo XX se observa el frecuente uso de términos más o menos equivalentes, como Führer en alemán, referido a Adolf Hitler, o Duce, en italiano, a Benito Mussolini que se usaban también como trato protocolario lo que no ocurría con Franco ni Salazar: Mio Duce, Mein Führer. Franco recibía el mismo trato protocolario en estatus que un Presidente de República o Jefe de Estado S.E Su Excelencia y el término Caudillo iba seguido de Por la Gracia de Dios en el momento en que iba en documentos de carácter oficial en un intento por indicar la buena estrella por la que el pueblo español había salido victorioso en la guerra de "Liberación contra el Dominio Rojo".
Aunque en el contacto directo se le trataba de mi General, Franco era conocido comúnmente y generalizado en ciertos ambientes como el Caudillo. La primera vez que se le dio a Franco este apelativo fue durante las Guerras de África en los años 20 por parte de la Prensa del Norte de España y más tarde el Diario ABC, pues era común dar este nombre a los héroes de guerra y a los jefes (oficiales, suboficiales, etc.) en los medios de comunicación, que se destacaban por aquel entonces en las guerras coloniales que se vio envuelta España, tanto del siglo XX como en el anterior en el Caribe y Asia.
Un caso particular de alguien sin formación militar es el de Oliveira Salazar, que no recibió formación militar pero fue conocido por el sobrenombre del O Caudilho.
Véase también: Lemas del franquismo
Clasificación de los caudillos en Venezuela
- Caudillos Independentistas: son los que surgieron a raíz de las guerras independentistas en Venezuela desde el año 1810 hasta 1824. Entre los personajes más destacados encontramos a Simón Bolívar, Santiago Mariño, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, entre otros.
- Caudillos políticos: son los que aparecieron a principios de la Cuarta República, es decir, desde 1830 hasta el año 1900. Entre ellos se encuentran: José Antonio Páez, José Tadeo Monagas, Antonio Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez, entre otros.
- Caudillos sociales: se encuentran ubicados en el mismo marco histórico de los Caudillos Políticos en Venezuela (desde 1830 hasta 1900). Estas personas provenían del pueblo para el servicio y beneficio del mismo. Algunos de estos personajes son: Ezequiel Zamora, "El Mocho" Hernández, Joaquín Crespo , entre otros.
- Caudillos líderes: es el término que se utiliza para los caudillos modernos en Venezuela. Surgieron desde el año 1928 y residen hasta nuestros días. Entre los más destacados se encuentra: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Hugo Chávez Frías, entre otros.
Créditos:
Wikipedia La Enciclopedia Libre
