La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre fue una feria que se llevó a cabo durante la dictadura de Trujillo[1] en la ciudad de Santo Domingo, Republica Dominicana (llamada, entonces, Ciudad Trujillo) desde el 20 de diciembre de 1955 hasta el 31 de diciembre de 1956.
Planificación
La feria fue organizada en honor a Rafael Leónidas Trujillo en conmemoración del 25 aniversario de su ascenso al poder.[1] Álvarez Piña fue nominado como presidente de la comisión organizadora en julio de 1955. Una extensión de tierra de del extremo oeste de la ciudad capital fue destinada para la feria. Conto con la participación de cuarenta y dos naciones.[2] Las edificaciones de la feria fueron completadas en un tiempo relativamente corto de solo seis meses,[3] sin embargo, faltando poco para el 20 de diciembre un tercio de las estructuras de exhibición no estaba lista aun.
La Feria
El 20 de Diciembre de 1955, Héctor Trujillo cortó la cinta para dar inauguración a la feria y Rafael Leónidas Trujillo pronuncio un discurso con el resumen de sus logros.[2] La hija de Trujillo, Angelita Trujillo fue coronada "Reina de la Feria de la Paz", cuando solo tenía 16 años de edad. Su vestido, de color blanco, bordeado con 60 pieles de armiño ruso, con un valor de $ 80,000 dólares, confeccionado en Fontana, Roma.[2] Además de portar un cetro de oro y una corona.
En la Plaza de las Naciones, la entrada a la exhibición, dos largas piezas esculturales fueron levantadas, un arpa entonando los vientos y un coloso (Atlas o Apolo), con los brazos en alto sosteniendo una paloma y el universo; ambas estructuras fueron destruidas por el huracán David en 1979.[3] Setenta y cinco edificios permanentes se construyeron para la feria. Xavier Cugat y su banda fueron contratados entre otros para el entretenimiento.[4] Edificios permanentes notables son el Ayuntamiento y el Congreso Nacional, ambos por González Sánchez, y el Teatro Agua y Luz de Carles Buigas.[3] [5] En la feria se exhibieron artículos y productos agrícolas dominicanos al público internacional. Una exposición de ganado fue de especial interés para Trujillo por su interés en la cría de ganado. Entre los presidentes que visitaron la feria esta Kubitschek de Brasil y dignatarios de muchos países.[2]
Legado
Muchas de las estructuras físicas de la feria han sobrevivido; varios de los edificios permanentes fueron entregados para su uso como oficinas de gobierno. Económicamente, sin embargo, el resultado fue decepcionante ya que la asistencia estuvo por debajo de lo esperado y las inversiones no se materializaron. El costo de $ 30 millones fue un gasto considerable igual a un tercio del presupuesto anual. Crassweller juzgo la feria como "una desgracia costosa"[2] ya que el país se encontraba en crisis y este evento no hizo más que empobrecer más al país abatido por la dictadura.
Créditos:
Wikipedia La Enciclopedia Libre